Que rancio y peligroso suena esto...

Hoy traigo a este espacio, un periodista de alto nivel: J.Manuel Fanlo. Curtido en mil batallas, expone un tema del máximo interés, con el valor que le otorgan sus propias vivencias. Este texto fué publicado en "MD" y hoy se lo ofrezco a ustedes,por su interés y actualidad.


En una de aquellas tan vetustas como maravillosas aulas de los Escolapios de Balmes, Diputació y Sarrià (uno tuvo la suerte de probarlos todos) había cosas muy claras e innegociables. En la fila no se hablaba; hasta quinto de bachillerato, no se fumaba y ante todo, y al pie de la letra de los Diez Mandamientos, no se tomaba "el nombre de Dios en vano". Tres premisas que en un tanto por ciento muy elevado de alumnos se cumplía y sin rechistar.
Ahora las cosas han cambiado y las filas ya no deben ser, no tienen porqué ser, paseos militares, En la escuela no fuma ni el director y de Dios se debe hablar con el debido respeto sin la amenaza del fuego eterno si se llega a discrepar en algo. De cualquier forma, en ningún caso "en vano".
Aquí gusta llenarse la boca de Catalunya. En reivindicarle a Madrid justicia en los presupuestos y las inversiones. En clamar que de una vez por todas el país pueda tener selecciones deportivas. Y las voces se unen, sin pasiones políticas, a la hora de implorar que el show del AVE llegue a su fin. Así es mi tierra.
Es una tierra que muchos han escogido como lugar ideal para lograr vivir con dignidad. Su integración en la sociedad catalana es misión de todos. A ellos más que a nadie se les ha de explicar qué es y que significa Catalunya. Pero bien. No se puede sin más lanzar un "Catalunya es el Barça y Ronaldinho" Que no se equivoquen, Catalunya, afortunada ella, es mucho más. Catalunya es una lengua, unas tradiciones, un estilo de vida, un sinfín de asociaciones cívicas, culturales, deportivas, que hacen de esta tierra algo extraordinario.
Pero lo más preocupante del DVD de las Tres Bessones es que no está hecho con mala intención. Que lo que se dice y se ve en el mismo, ya lo asumen como normal. Que Catalunya se ha convertido en aquello de 'sota, caballo y rey'. Qué rancio y peligroso suena esto...
Que nadie tome el nombre de este país en vano.