miércoles, 25 de junio de 2008

Al servicio de la ciudadanía


Cada año al llegar estas fechas se produce el mismo problema social, al que nuestros políticos, tan preocupados en épocas de elecciones de conseguir el voto de los ciudadanos no dan solución ,cuando visto desde fuera, parece tenerla. No diré que sea fácil, pero si posible.

Es referente a la falta de coincidencia entre el calendario escolar y el laboral que obviamente deben existir, por cuanto el número de días que a cada ámbito corresponde es diferente, pero........no es asumible, que en una época en que la pareja trabaja exista una descoordinación tan grande, como la de ver que los colegios cierran un jueves (¿) y los padres tienen un auténtico problema y deben recurrir a los abuelos, tías , canguros y demás para poder atender por un día a sus hijos, siendo la solución extrema perder un día de trabajo uno de los dos integrantes de la pareja para cubrir esa descoordinación del sistema.

Es muy difícil entender que el curso escolar (como principio) no pueda iniciarse un lunes y finalizar un viernes, evitando generar problemas gratuítos. Y ya estamos en vacaciones escolares.

Cuando en cada casa la madre se quedaba en la casa al cuidado de los pequeños, no había problema alguno. Cuando se dió el gran salto hacía adelante favoreciendo la integración laboral de la mujer casada que tan beneficioso ha sido para la sociedad moderna y la realizaciòn de la propia mujer, no se adoptaron las coberturas precisas para que esa integración fuera la deseable y así, nos enfrentamos año tras año al grave problema, de que los niños ya estén de vacaciones y ¿quién los cuida?.

Parece lógico que existiendo una red de colegios e institutos de titularidad pública, fueran estos los que durante los meses sin actividad escolar, mantuvieran un funcionamiento de cobertura a modo de “campus” en los que previo pago de la cuota correspondiente,los padres pudieran cubrir los períodos en que no tienen vacaciones laborales, para poder mantener debidamente atendidos a sus hijos.

En estos “campus” estivales con monitores adecuados y específicos (no hablamos del profesorado del centro) podrían desarrollarse “talleres” de música, de pintura, de manualidades, deportivos, etc.,etc.etc. Es obviamente un cuestión de resolución desde el ámbito legislativo y presupuestario, pero que sin duda daría respuesta a una demanda de la ciudadania y descargaría a los abuelos, de unas responsabilidades importantes que en mucho casos los esclaviza para todo el verano, “tapando” la incapacidad de los políticos y del sistema. Creo que la solución es posible y humildemente creo, que los abuelos tienen también sus derechos, por que ellos (nosotros) también hemos evolucionado en esta sociedad moderna y hemos pasado (con cursillos de autoformación) de ser aquel abuelo que siempre estaba encerrado en casa, a ser hoy en día la pieza imprescindible para que “el sistema” funcione. Este nuevo especímen lo encontrareís a la salida de los escolares de sus centros, desplazándose con sus vehículos dotados de sillas para los pequeños, pilotado por el o por ella, desplazando a los pequeños por toda la ciudad, en busca de actividades complementarias o tal vez, dirigiéndose al hogar de sus hijos, para allí, hacer las clases de repaso, darles de cenar, bañarlos, acostarlos explicándoles preciosos cuentos o tras la disputa de la última partida de un juego para PC o la Playstation...hasta que sus hijos lleguen a casa, finalizada la jornada laboral y los “canguros anti_sistema” vuelvan a sus casas ,a reponer fuerzas para el día siguiente.