miércoles, 5 de mayo de 2010

Artículo de Joan Barril: 'Esperando a Filípides'

Artículo de Joan Barril: 'Esperando a Filípides'

JOAN BARRIL

Filípides fue un heraldo ateniense que ha pasado a la historia por su capacidad de correr y por llevar buenas noticias. Cuando los persas desembarcaron para invadir el Ática, Filípides empezó una larga carrera de 240 kilómetros para pedir a Esparta que les ayudaran. De regreso se personó en la batalla de Maratón y, desde allí, recorrió los 42 kilómetros que le separaban de Atenas solo para decir a sus conciudadanos que los griegos habían vencido. Tras la buena nueva, Filípides murió más que por el cansancio, por las heridas recibidas durante la batalla.
Pienso en ese Filípides que, en teoría, deberá correr algún día hasta Bruselas para decir a los gobernantes europeos que gracias por los préstamos y que finalmente han vencido. La deuda griega es enorme y para ello se van a mandar a Grecia más de un centenar de miles de millones de euros. La pregunta que se están haciendo hoy los contribuyentes europeos es tan sencilla como intentar saber las causas que han llevado a la economía griega a ese gran agujero. Sueldos oficiales sobreelevados, subvenciones concedidas con demasiada alegría y una tendencia necesaria a falsear las cuentas para poder continuar en el panorama europeo. Así, estirando más el brazo que la manga, se llega a la bancarrota.
Ante las noticias griegas, ¿qué se puede hacer? Esta semana he aprovechado para volver a la juventud de la ensalada de tzatziki, de las aceitunas de Kalamata, de las pasas de Corinto, de ese vino primitivo llamado retsina y, naturalmente, del gran yogur espeso y del queso feta. Pero me da la sensación de que no es con ese filantrópico comercio con el que voy a contribuir a enderezar la economía griega. La cuna de la democracia no ha sabido encontrar la excelencia de su Administración y, ahora, Europa nos conmina a pasar el cepillo.
A nadie le gusta gastarse dinero para Europa. España recibió en su día enormes sumas de los fondos de cohesión. Tal vez, por ese recuerdo Zapatero no ha dudado ni un momento en marchar con entusiasmo al llamado «rescate» de Grecia. Alemania, en cambio, ha sido más renuente, aunque ahora se haya puesto las pilas. Una de las economías más potentes de Europa empieza a dar síntomas de cansancio cuando ve las demasiadas veces que se le piden dineros y paciencia. Los alemanes también tuvieron que montarse sus propios fondos de cohesión para la carísima reunificación alemana. Y lo hicieron ellos solos. No es de extrañar que los contribuyentes alemanes intuyan que la aventura griega va a significar un recorte de los presupuestos municipales y de las subvenciones culturales y escolares. Angela Merkel, en tanto que verdadera líder de la Europa comunitaria, no puede decir lo que piensa. Pero más de un ciudadano alemán debe reforzar la idea de que mientras Zorba, el griego, se pasa la noche bailando el sirtaki en una playa del Egeo, Herr Schmidt ha de levantarse temprano para conseguir que sus productos continúen exportándose.
El resultado implícito de ese rescate consiste en una indisimulada voluntad de dar, pero a costa de humillar al griego. Y las ayudas que se dan no justifican una humillación como la que hoy por hoy está recayendo sobre el conjunto de la ciudadanía helena.
Tardará el nuevo Filípides en gritar que ya han vencido. Porque el enemigo del capitalismo está dentro y nadie está haciendo nada para reformarlo. Filípides traía buenas noticias, pero hoy son más creíbles los malos rumores.
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Y en mi opinion:


lamentablemente al problema de la falta de dirigentes politicos cualificados para llevar a cabo la transformacion del actual sistema "capitalista", hay que unir las actvidades "depredadoras" de un grupo de especuladores internacionales, que atacan las partes mas debiles del "sistema euro" para obtener rapidos e importantes beneficios, sin riesgo alguno.....como paso ayer con la bolsa española, al "picar" los bolsistas con el rumor de "crack" de España.
Lo mas triste, es que todos los seres humanos dependamos de un sistema tan absurdo y tan falto de controles como el actual capitalismo....en manos de grupos internacionales que a golpe de ordenes de ordenador (compra/vende) pueden destrozar en unos instantes, miles y miles de vivencias en los seres humanos y arruinar su vida para siempre.
Se complica el tema, cuando los politicos actuales son "profesionales" (en muchos casos)defendiendo sus "lobys" de presion, en lugar de asumir la representacion de los intereses de sus electores y asi nos va.
Finalmente causa sonrojo y vergüenza ajena, ver los resultados del ejercicio 2009, en algunas empresas del mundo y de este mismo pais, con beneficios increibles y en algunos casos, tras habar sido "salvadas" con aportaciòn de dinero publico (osea de los conribuyentes perjudicados)...¿ a que nos lleva todo esto?..como bien dice Joan Barril..."el enemigo del capitalismo está dentro y nadie está haciendo nada para reformarlo. Filípides traía buenas noticias, pero hoy son más creíbles los malos rumores"